mbarnecidos automóviles o “camiones ligeros” se han apoderado del espacio público en prácticamente todas las ciudades del país; la propuesta hecha por el mercado en estos vehículos sólo ha magnificado el exterior y no incluye, en la mayoría de los casos, un incremento en la capacidad de pasajeros, que como cualquier otro vehículo, ronda la cifra de cinco a seis.
¿Qué debemos conocer sobre estos vehículos?, cuestionó la académica de la FI, y respondió: “en muchas ocasiones para transportar a una persona de 70 kilogramos se mueve una camioneta 4×4, con un peso promedio de dos toneladas, lo que requiere una potencia de 393 caballos de fuerza hp, (horse power) en algunas marcas, mientras que un camión urbano de pasajeros puede necesitar en promedio sólo 200 hp”.
En la ciudad de México, indicó Castro González, quienes buscan un vehículo con el mejor rendimiento de gasolina pueden adquirir aquél que les dará, como máximo, 17 kilómetros por litro, cifra muy superior a los tres o cinco kilómetros por litro, y en pocas ocasiones, hasta 10 kilómetros por litro, que rinden las camionetas en el tráfico capitalino.
No obstante, “la tendencia en los próximos años será semejante a la estadounidense, continuará la renovación del parque vehicular con camionetas de lujo que, por su tamaño, son inadecuadas para circular en un espacio vial cada vez más restringido, y con un alto consumo de combustible”, señaló.
Tendencia global
Contrario a lo que ocurre en las urbes mexicanas, prosiguió, en la Unión Europea la mitad del parque en circulación son autos compactos con nuevas tecnologías diésel, que ofrecen rendimientos de 40 kilómetros por litro. Mientras, en Japón, la tercera parte de los autos tienen motores híbridos, eléctricos y de diésel, que rinden hasta 60 kilómetros por litro.
La tendencia global hacia el alejamiento de las camionetas, la ilustra el 38 por ciento de las ventas de autos familiares compactos en mercados como el español, además de que en urbes como París, los vehículos de lujo de bajo rendimiento no pueden circular en algunas de sus calles.
“El transporte es uno de los motores del progreso en las urbes del mundo, pero también uno de los grandes productores de gases de efecto invernadero (GEI), que tienen una relación directa con el calentamiento global del planeta, pues se estima que el sector transporte produce 25 por ciento de las emisiones de carbono a la atmósfera, además de 47 por ciento de los óxidos de nitrógeno; se considera que 30 por ciento del total de la energía consumida en el mundo se usa para el transporte”, concluyó Castro.